viernes, 25 de mayo de 2012





4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con lo que dices. Aunque yo me inclino más por la estrategia política. Todo esto lo tenían previsto para ahora quedar bien sentándose a negociar, continuando posteriormente con el plan de recortes más "suavizado" para que nos conformemos con lo que se acuerde...¡Pues creo que están equivocados!...esto no está mas que empezando...

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  2. "orgullosos y orgullosas"
    Pero sólo "los rectores" (¿no hay rectoras?), "compañeros interinos" (¿no hay compañeras interinas?)
    ¿Cuándo acabaremos con la pesadilla de lo políticamente correcto ("familias y alumnado") pero lingüísticamente sandio?

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  3. Se me olvidaba: "profesorado y alumnado en acción". ¿Por qué no simplemente "profesores y alumnos"?

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  4. Enhorabuena por lo conseguido. De verdad, pido a los lectores de este blog comentarios sobre la reflexión "La guerra y las batallas". Me ha sorprendido que no haya todavía ninguno. Desde la distancia he apoyado esta movilización precisamente por las razones que se mencionan aquí y siento que hemos ganado esa primera batalla. Es ahora cuando esperaba vuestros comentarios y vuestro apoyo. Si no, pensaré que solo el dinero mueve a los españoles. Quiero pensar que no, que lo que nos ha hecho movernos ha sido el ataque contra la calidad de esa enseñanza de la que todos hemos disfrutado. Quiero que los niños del futuro tengan muchas más posibilidades de las que nosostros tuvimos, quiero que aprendan lenguas, que lean más y mejor, que manejen ordenadores como los demás más países, que sepan de todo y puedan preguntar de todo. Quiero que los adolescentes y jóvenes puedan viajar fuera y conocer nuevas culturas, nuevos pensamientos que les permita crecer en su vida y madurar, que les permitan tener opiniones diferentes y poder RESPETAR. Quiero que las investigaciones se desarrollen en todos los campos y que los investigadores españoles sean considerados como tales, con dignidad, como son tratados en otros países del mundo.
    Si perdemos todo eso, volveremos a ser un país inculto, pobre, y en este caso me refiero al doble significado de la palabra pobreza: espiritual y material. Un país en el que sus niños sientan vergüenza ante los extranjeros, un país que no aporta nada al desarrollo del mundo, un no país.

    Por favor, amigos lectores, demostrad que las movilizaciones se han producido por algo mucho más importante que el dinero, que a fin de cuenta no nos falta para vivir a los que nos dedicamos a esto. De no ser así, permitid que me quite el lazo verde.

    Fina García Naranjo (profesora universitaria de español en Japón)

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